MÁS QUE SETAS
TRUFAS JAVALTURIA
Trufas Javalturia es la marca surgida a partir de ‘Más Que Setas: proyectos forestales’. Una iniciativa llevada a cabo por Virginia Espinosa, ingeniera forestal apasionada por el mundo de los hongos, la trufa y la micología en sí, y por Toni Núñez, técnico agrícola y capataz forestal. En 2013 comienzan a dar sus primeros pasos en el mundo de la trufa cuando se les encomienda la labor de sacar a flote una explotación situada en Alpuente propiedad de la Consellería de Agricultura. A partir de este momento surge la idea de crear la empresa.
Como indican en su página web, Más Que Setas es un proyecto formado por un equipo de técnicos apasionados por la naturaleza y la truficultura con una larga experiencia laboral. Está dirigido tanto a profesionales como aficionados y funciona como punto de información en el que el interesado puede recibir herramientas de trabajo, formación y asesoramiento.
A partir de Más Que Setas crean la marca Trufas Javalturia con la que comercializan las distintas variedades de trufa de montaña que producen en sus campos. Disponen de trufa negra (tuber melanosporum) y fresca durante los meses de diciembre a marzo. También recolectan trufa silvestre de las especies: tuber aestivum, tuber borchii y tuber melanosporum. Como novedad, tienen previsto empezar a vender su propio azafrán en los próximos meses.
Además de contar con la explotación de Alpuente, actualmente Más Que Setas dispone de campos de cultivo en los municipios de Titaguas y Aras de los Olmos, donde recogen la trufa silvestre. Virginia Espinosa, copropietaria de la empresa, explica que su compañero Toni tiene una casa familiar en Titaguas donde comenzaron a cultivar y que por eso están tan ligados a esta tierra. “Al final, conoces un territorio que te atrapa y quieres vivir en él” admite Virginia.
En cuanto al cultivo, para obtener la trufa en las mejores condiciones es necesario tener un pH básico a partir de 7,5 y 8. Con respecto a la climatología, lo ideal es que el lugar de cultivo se encuentre a unos 800 metros sobre el nivel del mar. Además, la trufa tiene que recibir alrededor de 450 litros de agua al año durante su cultivo y bien repartidos sobre todo en las épocas de primavera y verano.
Virginia destaca que la zona del Alto Turia es un terreno muy apropiado e interesante para cultivar la trufa. Explica que en poco más de tres años han logrado potenciar la producción de trufa en Aras de los Olmos alcanzando las 30 hectáreas de carrasca tras haber empezado de cero. “Somos gente joven que vive en este territorio, que tiene vocación por la agricultura y que no quiere que se pierda su tierra” concluye.
Para obtener las mejores condiciones en el producto deben pasar nueve meses desde que se engendra la trufa hasta que se recolecta. Estos periodos son críticos para la producción de la trufa de verano pues debe llover durante la primavera, momento en el que nace la trufa, y en el verano, para que esta engorde. Esta trufa es de color marrón por fuera y blanca por dentro. La trufa de invierno es más oscura, tiene grietas blancas y se caracteriza por tener un aroma más fuerte que la de verano.
En cuanto a la comercialización, Virginia y Toni son los encargados de hacer esta labor. Argumentan que a día de hoy pueden hacerlo ellos mismos y que les gusta porque saben cómo tratar el producto para lograr que llegue en las mejores condiciones al punto de venta. Las Trufas Javalturia se pueden encontrar en el Mercado Central de València, en el Mercat de Russafa y en el supermercado de Aras de los Olmos. Sobre todo venden a particulares y a restaurantes, y lo hacen en València y municipios de alrededores. “Llamándonos a nosotros mismos por teléfono es la manera más sencilla de conseguir el producto” dice Virginia.
Como consejo para el consumidor, Virginia explica que la trufa es un hongo que se tiene que consumir antes de que pasen dos semanas desde que se coge del campo. De esta manera la trufa mantiene todas sus propiedades. Además, no recomienda congelarla.
El objetivo que se marcan Virginia y Toni es seguir creciendo y para ello se centran en innovar. Puesto que la temporada de trufas se concentra en unos meses determinados del año, han comenzado a estudiar nuevas opciones para alagar la vida útil de su producto. Su idea es combinar el producto tradicional del Alto Turia como la miel o el embutido con la trufa. Una iniciativa de colaboración idónea para dar a conocer los productos típicos de la zona al mismo tiempo que se crean otros nuevos.
Entrevista a Virginia Espinosa, propietaria de Más Que Setas.
Aras de los Olmos