MIEL DE ARAS DE LOS OLMOS

LA TRAVINA

La apicultura ha sido desde hace tres generaciones una de las grandes pasiones de la familia de los hermanos Sánchez Herrero. Afincados en Aras de los Olmos, Mario y Alberto son los primeros miembros de la familia que se dedican a la apicultura de manera profesional bajo la marca Mieles La Travina. Empezaron con una explotación pequeña hace más de veinte años y desde ese momento fueron mejorando su técnica y aumentando su producción.

Su sistema de trabajo lo han perfeccionado a lo largo de todos estos años de experiencia y tras probar diferentes métodos, optaron por trabajar la colmena mediante el sistema de pisos que aprendieron en Argentina. De esta manera, consiguen una miel de gran calidad y diferente a las demás. “Detrás de la calidad del producto se encuentra el manejo del apicultor” explica Mario, quien asegura haber aprendido “a base de cursos, preguntar mucho y tener la intención de hacer las cosas bien”. El secreto de La Travina está en la pasión porque, como dicen ellos, “una vez te pica el veneno de la abeja estás perdido” y eso ambos lo llevan dentro.

Para conseguir una miel de calidad superior cuidan diversos aspectos en la elaboración del producto. La miel requiere un proceso de maduración y para ello hay que ser pacientes, marcar bien las pautas y lograr la pureza. En cuanto a la extracción, el proceso que llevan a cabo es completamente artesanal, en una sala limpia y libre de contaminaciones. Gracias a entrar en la cooperativa valenciana Mel Azahar, Mario y Alberto han podido conocer exactamente las características que distinguen a su producto. Su forma de trabajar la miel, tan diferente a la de los demás apicultores, se vio reflejada en las ventas de la cooperativa, pues había una demanda mayor de la miel de La Travina.

La Travina Colmena Pisos

“Nosotros recolectamos en primavera o principios de verano”, cuentan. El proceso de floración del romero lo hacen en Aras de los Olmos y el de tomillo en Madrid y Teruel. “Son nuestros momentos fuertes”, admite Mario. Algunos de los factores que más influyen en el proceso de elaboración de la miel son la climatología y la cantidad de abejas que haya en la colmena en el momento de la floración. Y concluye, “detrás de un buen producto hay un gran trabajo previo y además, estos factores tienen que acompañar”.

Las variedades de miel que ofrece La Travina es amplia. Producen miel de romero, de tomillo y milflores. Si durante el año tienen la oportunidad, también hacen mieles de espliego o carrasca.

Además, Mieles La Travina ha sido la vencedora en los dos concursos que ha participado. El primero que ganó fue el concurso del grupo amateur “Apicultores de Teruel”, alzándose con el primer premio a la mejor miel ámbar. Hace dos años consiguieron el premio a la mejor miel de tomillo de España en el Congreso Apícola de Granada, el reconocimiento más importante a nivel nacional. “Estamos muy contentos porque hemos ganado las dos veces que nos hemos presentado. En octubre de 2018 se celebra la próxima edición del Congreso Apícola y nos presentaremos con la miel de romero”, cuenta Mario. “Para nosotros sería un orgullo ganarlo porque es una miel hecha con el romero de Aras de los Olmos, nuestro pueblo”, afirma.

El consejo que transmiten a los consumidores es que nunca mezclen la miel con agua porque son incompatibles. Lo que nos recomiendan hacer cuando la miel está cristalizada es calentarla al baño maría. Así se mantienen todas sus propiedades.

Mario y Alberto comenzaron a trabajar con 200 colmena y hoy su explotación se eleva cerca de las 800 colmenas. La cantidad media de miel que obtienen de cada colmena se encuentra entre los treinta y cuarenta kilogramos. Cuentan que “a pesar de que el producto es muy dulce, el trabajo para conseguirlo es muy duro”, pero el interés y el tiempo invertido ha dado sus frutos. Por último, adelantan que este año han comenzado a extraer propóleos por primera vez y están experimentando con el producto.

 

Entrevista a Mario Sánchez Herrero y Alberto Sánchez Herrero, propietarios de Mieles La Travina.